Tras cumplir el servicio militar, Innocenti regresó a su querida Florencia con un ambicioso proyecto: contribuir al desarrollo de la industria hotelera de la ciudad, que en aquellos años se abría a las nuevas exigencias del turismo cultural e internacional.
Su primera experiencia empresarial fue la gestión del Hotel Albion-Mediterraneo, situado en el pintoresco Lungarno Acciaioli, en el corazón del centro histórico de Florencia.
Por desgracia, los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial dañaron gravemente el hotel.
A pesar del duro golpe, Dino Innocenti no se rindió. Animado por una visión de futuro y una fe inquebrantable en el futuro de la ciudad, decidió volver a empezar y compró el Hotel Patria en Via Calzaiuoli, una de las arterias más céntricas y prestigiosas de Florencia.
Su sueño era renovar y revalorizar esta estructura para devolverle su esplendor y prestigio.